Para satisfacer al vinicultor que llevas dentro, una empresa californiana permite a cualquiera hacer su propio vino y observar todo el proceso a través de Internet con sólo un par de clics de ratón.
Crushpad, una joven compañÃa con sede en San Francisco, realiza vinos a medida para sus clientes, que pueden elegir desde la variedad de la uva hasta el diseño de la etiqueta, pasando por el tiempo de envejecimiento o el tipo de barrica. Si el cliente lo desea, puede desplazarse hasta San Francisco y participar en el proceso pero, si no, puede observar cómo fermenta su crianza tranquilamente desde casa a través de una cámara web e intercambiar mensajes diarios con los trabajadores de esta bodega virtual.
Entre 10 o 20 meses después de la venta (dependiendo, naturalmente, de la variedad) el vino está listo para ser embotellado y Crushpad lo envÃa a cualquier punto del planeta. «Ya tenemos unos 3.000 clientes», dijo Hayden Moulds, portavoz de Crushpad. «La mayorÃa son de EEUU, pero tenemos encargos de otros ocho paÃses, entre ellos México». La firma duplica su producción cada año y recientemente ha tenido que trasladarse a una nueva nave de 2.500 metros cuadrados. La compañÃa ya tiene una filial en Japón y proyecta abrir próximamente otras en Seattle y Nueva York. «Actualmente estamos estableciendo contactos para montar instalaciones en la Borgoña francesa», señaló la portavoz.
Michael Brill, fundador de Crushpad, es un amante del vino que empezó a hacer sus propios caldos con variedad de uva Pinot Noir y Syrah en el pequeño jardÃn de su casa en San Francisco. «Cada vez más vecinos se mostraban intrigados y se ofrecÃan a trabajar con él voluntariamente», explicó Moulds. «El interés de la gente en el proceso de fabricación del vino le animó a dejar su trabajo en una empresa tecnológica y a fundar Crushpad en 2004». Cada cliente debe comprometerse a encargar al menos una barrica, que equivale a unas 300 botellas y que, dependiendo de la calidad de la uva, cuesta entre 4’500 y 11’900 dólares. Ouch!
Las variedades más demandadas son Pinot Noir y Carbenet, pero Crushpad ofrece otros muchos tipos de uva de 40 regiones diferentes, generalmente californianas. «La mayorÃa de nuestros clientes encarga vino para consumo propio pero también tenemos algunos que se han convertido en bodegueros profesionales y revenden sus caldos», dijo Moulds. Para aquellos a los que el precio les siga pareciendo demasiado elevado, Crushpad ha creado un foro en internet en el que los interesados pueden ponerse de acuerdo para compartir barricas y acceder al sueño de convertirse en bodeguero sin arruinarse.
Y a los que han llegado demasiado tarde a la vendimia de este año pero no quieren prescindir de su vino, Crushpad ofrece la posibilidad de «adoptar» una barrica de uva ya fermentada y participar en todas las decisiones restantes, como la maduración o el etiquetado. El precio de la barrica «adoptada» no supera los 9.600 dólares, «mucho más barato que criar un nuevo hijo y, encima, no te contesta», bromean en Crushpad. Gracioso.
VÃa [La Razón]